Foto: Nina R
Así fue:
Llegamos temprano porque veníamos de trabajar directo.
Todo el día excusándome de estar tan arreglada "porque a la noche tengo una comida".
En algunos lugares digo
comida porque sé que me va a redituar más que decir -lo que me saldría a mí que es-
cena. Vale decir que el mismo esfuerzo hago con el uso del
contigo.Es el 3º cuñado que voy a conocer. Teniendo en cuenta que soy hija única y que mi marido sólo tiene una hermana, todos han sido provistos por Dos.
Es un ejemplo de variedad en gustos amorosos.
Nos indignamos con el 1º por indignante tiempo completo.
Nos cagamos de risa con el 2º y perfeccionamos nuestro dedicadamente adquirido lenguaje patibulario, también sufrimos, pero sólo a último momento.
La expectativa de qué nos deparará el nuevo nos intriga.
Bajó a abrirnos el corpulento caballero. Ascensor pequeño, una proximidad inédita ya auguraba la familiaridad de la noche.
Entramos por la puerta de servicio y nos acomodamos en la cocina, pensando que la cena venía informal. Aparece Dos, con sonrisa de quinceañera enamorada. Linda.
Le dan el regalo que tenían para Ch que era una heladerita mínima y transportable para enfriar latas de Coca. Ch toma mucha Coca light, es sabido por todos los que lo conocen.
Un lindo gesto, un regalo personalizado.
AA tiene una en su oficina y le contaba de las ventajas del aparato.
Dos estaba entusiasmadísima y salticaba a las espaldas de su A.
Pasamos al living luego de un tour por el depto. Destacable: el señor vive con sus 4 hijos varones, mon Dieu! Por supuesto, ellos no estaban, pero en sus respectivos lugares se podía apreciar el quilombo de tanta pinchila en una sola casa.
AA lo niega, ha criado prusianamente a los niños que no le dan ningún sobresalto, aplausos para todos.
La comida de Garbis, riquísima. Sentados en el piso y ya a medio vestir, porque la loza radiante nos mata a quienes vivimos en casa antiguas que se calefaccionan insuficientemente, fueron pasando las mil y una conversaciones del carrousel temático que siempre suelen armar los Risita Bros.
Es así, mi suegra crió dos ADD exitosos.
Como buenas parejas, el señor corpulento y yo acompañamos sin pausa y con cierta destreza.
En una de esas nos damos cuenta que también comparten ser los Hermanos Cassata.
Niños eminentemente institucionalizados en su infancia por una chiflada workohólica, no comprenden que el helado sea de otra cosa que de crema, chocolate o frutilla.
Dos elaboró una sofisticación avanzando sobre la crema moka y su hermano, más discreto, hacia el granizado.
También Cassata porque (ya no tengo explicaciones de crianza para esto, debe ser genético) manejan una prioritaria experiencia, permanente, con la temperatura.
Frío/Calor, ellos son un termómetro humano. Te marcan la temperatura con demasiada frecuencia para el gusto de AA y el mío. Y también nos someten a cambios intespestivos a través de conductas extravagantes de control de sus sensaciones.
Ya ahí habíamos entrado con AA en el eje
paridad del que se banca loquitos de la misma flia. Bien. Todo iba estupendo.
Luego, finalizando la velada, AA estrenó con nosotros su súper cafetera Nespresso y nos inició en el mundo de sus complejidades. Rico el cafecito, lo probé mientras me tomaba un riquísimo té de piña, sí, obviamente Dos acusó de puto a AA por decir piña y no ananá.
Los reproches cruzados de
quevosqueyo se sucedieron algunas veces a lo largo de la noche, esa costumbre tan frecuente en parejas recientes, ya me había olvidado la sensibilidad extrema que te agarra con lo que el otro dice. Es lindo, debe ser que prestás muuuucha atención a todo lo que el otro dice, se nota.
Comimos dulcitos, con AA nos terminamos una botella de vino.
Los Casatta eternamente abstemios. Por suerte Dos -excepto el 1º ser inmundo- sabe brindarme cuñados que se escabian conmigo.
Se los ve muy bien juntos, tranquilos, felices, aportándose las diferencias de mundos no demasiado parecidos. Una especie de volver a empezar para ambos, mucho deseo, mucho entusiasmo. Es genial asistir a eso. Genial que sea Dos la protagonista.
AA es un "señor" se lo decíamos sentados a su mesa. Y no por diferencia de edad, porque casi no la hay.
Uno, que se quedó atorado en los 25, no entiende aún las costumbres adultas. Y está bueno tener un adulto cerca, le pedimos consejos para un par de cuestiones (el auto roto, la Mac rota) y como buen adulto ya nos encontró la solución para uno de los ítems.
Para Dos va a ser todo un cambio estar con una persona ubicada en su propia vida. Un tipo con convicciones firmes, inalterables, casi.
Espero que no extrañe el barrileteo.
Espero que aproveche la solidez de un hombre.
Espero que sea muy pero muy feliz.
Y espero que nos vuelvan a invitar más veces porque la pasamos divino!!!